"La tarea de la filosofía es entender lo que es la razón. En lo que
respecta al individuo, cada uno es hijo de su tiempo; del mismo modo, la
filosofía es su tiempo aprehendido en pensamientos. Es igualmente insensato
creer que una filosofía puede ir más allá de su tiempo presente como que un
individuo pueda saltar por encima de su tiempo. Pero si su teoría va en
realidad más allá y se construye un mundo tal como debe ser, éste existirá por
cierto, pero sólo en su opinar, elemento dúctil en el que se puede plasmar
cualquier cosa...
"Para agregar algo más sobre la pretensión de enseñar cómo debe ser el
mundo, señalemos, por otra parte, que la filosofía siempre llega tarde.
En cuantopensamiento del mundo, aparece en el tiempo tan sólo después
de que la realidad he consumado su proceso de formación y se halla ya lista y
terminada. Lo que enseña el concepto, lo muestra con la misma
necesidad la historia: sólo en la madurez de la realidad aparece lo
ideal frente a lo real, y erige a este mismo mundo, aprehendido en su
sustancia, en la figura de un reino intelectual. Cuando la filosofía
pinta con sus tonos grises ya ha envejecido una figura de la vida que
sus penumbras no pueden rejuvenecer, sino sólo conocer; el búho de
Minerva solamente alza su vuelo en el ocaso" [Hegel: Filosofía
del derecho. Prefacio]
Esta vocación teórica será duramente criticada por Marx.
Sus principales obras:
- Fenomenología del Espíritu.
- Lecciones sobre Historia de la Filosofía.
- Lecciones sobre la Filosofía de la Historia Universal.
- Filosofía del Derecho.
- Enciclopedia de las Ciencias Filosóficas.
Hegel pretende llegar a un conocimiento absoluto de la
realidad tal como es en sí misma, y no sólo en cómo se nos aparece, al
contrario de lo que pensaba Kant, para el que no se podía ir más allá de la
experiencia, o lo que es lo mismo: sólo se podía conocer el fenómeno y no el
noúmeno.
La concepción de la realidad hegeliana es bastante más compleja y rica que la
realidad fenoménica kantiana. Lo real no es la mera yuxtaposición de cosas,
sino su interrelación.En efecto, la realidad es una estructura
compleja caracterizada por la contradicción. Las cosas, los acontecimientos
no se pueden entender de una manera aislada, sino en susrelaciones
recíprocas, porque cada ser se relaciona con el Todo y
sólo puede ser comprendido en función de la totalidad, sin la cual nada sería.
La realidad total es histórica, pues cada ser o acontecimiento es
sólo un momento necesario en el devenir del todo.
La realidad no es estática, sino dinámica y dialéctica. Es dinámica porque
todo está en continuo cambio, nada permanece. El motor de ese
continuo devenir es lacontradicción: a la noche le sigue el día, el
dolor al placer, y ninguno de estos contrarios puede entenderse sin su opuesto.
Es dialéctica porque, tal como acabamos de decir, se
caracteriza por la contradicción y la lucha constante de opuestos:
"En la historia caminamos entre las ruinas de
lo egregio. Todo parece pasar y nada permanecer. Todo viajero ha sentido su
melancolía. ¿Quién habrá estado entre las ruinas de Cartago, de Palmira, de
Persépolis o de Roma, sin entregarse a consideraciones sobre la caducidad de
los imperios y los hombres, al duelo por una vida pasada fuerte
y rica? [...] Pero otro aspecto se enlaza enseguida con esta
categoría de la variación: que una nueva vida surge de la muerte" [
Hegel:Lecciones sobre la filosofía de la historia universal]
La realidad es un Todo ascendente desde el reino
mineral hasta el ser más complejo: el hombre. La historia es el desarrollo
del Espíritu o Idea (Hegel entiende por espíritu no
lo contrario del cuerpo, sino la realidad entera animada por el Lógos), que
tras enajenarse en la naturaleza retorna a la interioridad
o conciencia de sí, lo cual no es otra cosa que el
hombre mismo en cuanto ser que conoce y se conoce a sí mismo.
Dirá Hegel:"Todo lo racional es real y todo lo real es racional".
La primera parte de la frase es un poco complicada de explicar porque se puede
interpretar de muchas maneras, de hecho, como tendremos oportunidad de ver, y
por eso nos interesa esta frase, la interpretación que hizo Marx difiere
bastante de esta, ya que su empeño era echar por tierra la filosofía hegeliana.
Pero entremos en el tema: lo real es para Hegel lo que
es capaz de actuar, de crecer, de desarrollarse y llegar a ser más. Y el
ser más real que existe es el hombre porque es el animal que
ha llegado más lejos: es capaz de pensar, más aún: es el ser que se piensa a sí
mismo, es racional, y por eso es más real que
otros seres. Otra posible interpretación, quizá la más sencilla, es que sólo se
puede pensar sobre lo real, o lo que ya ha sucedido, porque sólo de ello se
pueden tener conceptos. En cambio, pensar sobre lo que aún no
existe es una fabulación o una creación, no pensamiento, al menos todavía.
Lo cual no obsta para valorar negativamente esas creaciones.
Cuando Hegel dice que lo real es racional quiere decir que la
realidad, aunque está en continuo cambio, no es caótica e incomprensible, sino
todo lo contrario: tiene una razón de ser tal como es, o lo que es
lo mismo, está regida por el Lógos universal, lo cual no implica
que no pueda transformarse, es más, es imposible que no se transforme porque si
algo define a la realidad, a parte de su racionalidad, es su dinamismo.
El Lógos o razón de la realidad es la contradicción y el cambio. El
Lógos es dialéctico.
Si la realidad es dialéctica, el conocimiento de ella ha de ser
igualmente dialéctico. La concepción hegeliana tanto de la
dialéctica como de la realidad guarda una relación de semejanza con la idea
tradicional de lo orgánico como una totalidad dinámica, cada vez
más compleja, en la que el resultado final es inconcebible sin la consideración
del desarrollo. Así, parece imposible pensar en una mujer que no haya sido
niña. Mujer y niña son y no son personas
distintas, sino diferentes a un tiempo que son la misma; mujer y niña no
son términos contradictorios, sino correlativos o dialécticos.
Como hemos dicho, si la realidad no es estática, sino dinámica y dialéctica es
preciso encontrar un método afín a ella: el dialéctico.
En efecto, para pensar dialécticamente la realidad, y por lo tanto, llegar a un
conocimiento sistemático de ella (todo conocimiento, y
especialmente la filosofía o saber absoluto debe ser, según
Hegel, sistemática, es decir, debe dar cuenta de la totalidad,
porque la realidad es un Todo = Sistema) es preciso dejar a un lado el entendimiento de
tipo kantiano que la reduce a categorías estáticas, aislando a los entes de sus
relaciones, y es preciso, según Hegel, hacer uso de la razón dialéctica,
cuyas principales categorías son: relación, contradicción, movimiento y totalidad.
El método dialéctico se compone de tres momentos: tesis,
antítesis y síntesis. Esta terminología no es hegeliana sino que fue
propuesta por otro pensador idealista: Fichte, aunque comúnmente se emplee por
ser menos complicada que la empleada por Hegel. Veamos esos tres momentos:
a) Tesis: es el momento afirmativo, pero toda afirmación tiene
dentro de sí una contradicción. ej.: el día (tesis) necesariamente muere con la
noche (antítesis). Cuando pienso en el día, inmediatamente pienso la noche,
ambos términos son contradictorios, pero correlativos, se siguen el uno al
otro.
b) Antítesis: es lo contrario de la tesis, la negación de la
afirmación anterior. La realidad es conflicto, lucha de contrarios, y esa
contradicción es el motor de la dialéctica. Este momento es el que dinamiza la
realidad, lo que la hace moverse. ej.: noche (negación del día).
c) Síntesis: es la superación del conflicto, la negación de la
negación anterior. Los dos momentos anteriores son a la vez eliminados y
conservados. ej.: la tarde.
La síntesis se convierte inmediatamente en tesis del
proceso siguiente, que a su vez dará lugar nuevamente a una síntesis, que será
a su vez, la tesis del proceso siguiente, y así sucesivamente, hasta el
infinito. El proceso es continuo.
Un ejemplo algo más claro, creo, que el anterior sería: padre, madre y niño.
convengamos en elegir al padre como tesis: en efecto, el
padre es el padre, pero también podemos decir de él que no es
la madre. La madre sería la antítesis del
padre, su negación: la madre es el no-padre. Pero la cosa no se
para ahí, el niño sería la síntesis, de los dos
momentos anteriores: es padre y madre al mismo tiempo, y a la vez es algo más
que ellos dos. Es además él mismo. Con esta última afirmación
vuelve a repetirse el proceso, ya que el niño se hará hombre (tesis), se
relacionará con alguna mujer (antítesis) ("eso es por lo menos lo que sus
padres esperan", ya me entendéis) y su hijo (síntesis) volverá a hacer lo
propio.
En resumen, si la realidad es dialéctica, el modo de conocerla y expresarla
debe ser igualmente dialéctico.
En la Fenomenología del espíritu ("Dialéctica del
amo y del esclavo") Hegel muestra la relación entre el amo y
el esclavo como una relación dialéctica: en la lucha a
muerte que los hombres tienen por el reconocimiento y el prestigio, el que teme
morir, cede y se convierte en esclavo; el otro es reconocido como señor, siendo
el esclavo el que trabaja para él. Pero pronto se intercambian los
papeles, porque el reconocimiento del esclavo no tiene
ningún valor, puesto que no es un hombre libre; además, el esclavo se interpone
entre el amo y el mundo, de tal modo que el amo (que no trabaja) pierde
todo contacto con la realidad (según Hegel el contacto con la realidad se
produce a través del trabajo) En cambio el esclavo conseguirá su libertad por
medio del trabajo, aunque después de esfuerzos y pérdidas. En
última instancia es el amo el que depende del esclavo para sobrevivir,
y por lo tanto en el fondo, es él mismo el verdadero esclavo. Será
conveniente recordar esto a la hora de entender la concepción dialéctica de la
historia en Marx.
La filosofía hegeliana es un Idealismo Absoluto. Esto significa que
Hegel hace de la Idea lo Absoluto. La Idea es dentro del proceso dialéctico de
la realidad lo primero y lo último, aunque la Idea o Espíritu al
principio de su desenvolvimiento no se ha desarrollado, sino que es en
sí, luego sale fuera de sí, y por último, es para sí. El
sistema hegeliano se divide en las siguientes partes:
Lógica.
Filosofía de la naturaleza.
LÓGICA
Trata de la Idea en sí, cuando aún no se conoce a sí misma. La
parte del sistema hegeliano que estudia este primer aspecto es la Lógica.
Metafóricamente podría decirse que el Lógos en su primer
estadio evolutivo es como una madre en parto eterno de la que irán saliendo al
exterior todas las realidades que pueblan el cosmos. Cuando todo eso se
encontraba en su vientre, ella aún no lo conocía (por eso se define la Lógica
como la idea en sí que aún no se conoce porque no se ha exteriorizado): ha sido
preciso el parto, la exteriorización, para que la madre contemple lo parido, y
para que, de modo indirecto, a través de su creación se contemple a sí misma y
se reconozca.
La lógica es en definitiva la reflexión metafísica sobre el desarrollo
del Lógos, ese desarrollo se concreta en la naturaleza (segundo
paso: filosofía de la naturaleza) y en el ser humano (tercer
paso: Filosofía del Espíritu).
FILOSOFÍA DE LA NATURALEZA
La Idea que
en la Lógica aún estaba en sí, sale de sí misma, fuera de
sí, se enajena o aliena, haciendo posible la
distinción entre el sujeto que conoce y el objeto conocido (siguiendo la
metáfora, entre la madre y la maternidad, la madre sólo conoce su maternidad
cuando pare a su descendencia). La parte del sistema hegeliano que estudia este
segundo aspecto es la matemática y la Física.
En la Filosofía de la Naturaleza el Lógos se despliega
dialécticamente en tres tipos de realidades:
- Mecánica: la realidad como conjunto de procesos mecánicos.
- Química: la realidad como conjunto de procesos químicos.
- Teleología: la realidad actúa conforme a fines.
FILOSOFÍA
DEL ESPÍRITU
La Idea para sí es
el resultado de exteriorización en la naturaleza y el retorno a sí misma tras
tomar conciencia de sí como Espíritu. El estudio de este último aspecto
lo llama Hegel Filosofía del Espíritu, dedicada al estudio del
comportamiento humano, desde las formas inferiores de conocimiento a las
superiores, siguiendo en su exposición una tripartición dialéctica.
Espíritu es
la Idea o Lógos que tras su enajenación en la naturaleza,
retorna a sí misma (se reconoce a través de la razón humana). La esencia
del espíritu es la Libertad, a la que sólo llega tras tomar
conciencia de sí. Su tarea es la realización de esa libertad en las
instituciones históricas concretas. Tres son los momentos del que recorre el
espíritu: subjetivo, objetivo y absoluto:
Espíritu
subjetivo:
es el descubrimiento de sí que se da paso a paso desde el escalón más bajo de
conocimiento al más alto. Este momento se desarrolla a su vez en otros tres
momentos:
Antropología:
se corresponde a la encarnación del alma en el cuerpo y el tipo de conocimiento
que surge es la sensación y el sentimiento.
Fenomenología:
el Espíritu empieza a tener conciencia de sí mismo. Es autoconsciente y
descubre lo otro distinto de sí: el mundo.
Psicología: el
Espíritu se reconcilia consigo mismo y con el mundo exterior. Toma conciencia
de su libertad.
Espíritu
objetivo: Después que el Espíritu se ha descubierto como sujeto, trata
de realizar su propia libertad a través de otros tres estadíos:
Derecho: en el que el espíritu se reconoce como persona en
cuanto que es propietaria. La primera relación interpersonal es el contrato.
Ahora bien, en el plano del derecho no se resuelven los conflictos generados
por la diversidad de fundamentos jurídicos, tantos como personas. Ante esta
contrariedad exterior la persona se repliega al interior:
Moralidad:
esfera en la que la persona deviene sujeto. Está marcada por la
distinción entre interno-externo, entre intención moral y acción que busca el
bien.
Eticidad: en la
que coinciden ser y deber ser, particularidad y universalidad. La eticidad se
divide a su vez en tres momentos. Su punto de partida es la familia en
la que la sustancia ética es amor. La familia es superada por
la sociedad civil, segundo momento, en la que se satisfacen las
necesidades particulares mediante su articulación en un sistema de necesidades (a
través del trabajo y su división); la sociedad se estructura mediante
estamentos y leyes. El Estado, tercer momento, es unidad de la
familia y la sociedad civil en el que se realiza efectivamente la ética y la
libertad. En el Estado es preciso considerar el derecho interno, es
decir, la constitución; el externo, sus relaciones con los demás
Estados, y finalmente, la historia del mundo o historia universal,
como sucesiva encarnación de la Idea absoluta en los diferentes Estados
particulares, según la diversidad de Volksgeister, que son
condición de posibilidad de los individuos, y que a su vez son distintas
encarnaciones del Weltgeist. La concepción del Estado como síntesis
y esencia eterna y universal será duramente criticada por Marx, ya lo veremos.
Espíritu
Absoluto: Es el reencuentro definitivo del Espíritu consigo mismo
a través de tres producciones:
Arte: en donde
la idea se expresa de una forma inmediata a través de la materia y de los sentidos,
y se desarrolla conforme a diversas manifestaciones: arte simbólico que
se caracteriza por el desequilibrio entre la Idea infinita y la forma sensible;
el arte clásico, en el que la Idea y la forma guardan perfecto
equilibrio (figura humana). El arte romántico o cristiano en
la que se opera la ruptura entre contenido y forma, la belleza ya no es
corpórea, sino espiritual.
Religión: es un
saber fundado en la representación y en la contradicción entre
materia y forma. Su expresión es el culto. También pasa por tres
estadios: religión natural, religiones de la libertad, religiones de la
individualidad y la religión absoluta: cristiana.
Filosofía: es
el saber absoluto, en donde la Idea se piensa a sí misma. El
absoluto no es ya sentido o representado, sino que es objeto de la especulación.
La filosofía eshistoria de la filosofía, o filosofía de la filosofía. La
sucesión de las diversas filosofías y su aparente contradicción no es más que
la manifestación de los momentos necesarios en el devenir de la Idea. La
historia es herencia, como un revivir, que es al mismo tiempo un
conservar y renovar el patrimonio adquirido.